Contra la opinión
Hace unos días escribí aquí una columna titulada “Aborto, emotivismo y democracia”. Mi intención no era tratar el asunto del aborto (hay mejores opinadores que yo en cualquier periódico, tertulia, televisión y bar de este país), sino más bien criticar el hecho de que tenemos mucha confianza en la indignación que nos produce nuestra propia posición emocional respecto a lo que consideramos bueno y malo... [Artículo completo]
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