lunes, 28 de febrero de 2011

Qué es la metafísica

Ni ciencia primera, ni conocimiento de los primeros principios, desde luego. Pero tampoco "la más larga mentira" desvelada por Nietzsche, ni el olvido del ser heideggeriano. La metafísica, vendida a "4 en 1", es una disciplina que nos enseña cosas como: "¡piensa lo bueno, y se te dará!". O eso asegura una tal Conny Méndez, realmente llamada Juana María de la Concepción Méndez Guzmán, en este libro que me encontré el otro día en una librería. Me impactó tanto que le hice una foto con el móvil para poder recordar luego que fue real, que no lo soñé. La portada asegura que se han vendido más de 750000 ejemplares en español (así que alguien pensará que esto es pura envidia). Si se tiene estómago para abrirlo, se encontrarán dentro cosas como la siguiente:

"Las vibraciones mentales forman un aura de forma ovoide alrededor del cuerpo, y en esa aura se ve toda la composición de colores que emanan del pensamiento individual. El Subconsciente limpio, positivo, produce un aura luminosa, multicolor, como el oriente de la perla. Como las altas frecuencias dominan a las bajas, ningún pensamiento negativo que viene de afuera puede penetrar en un aura y un ambiente positivo".

Como dicen en mi tierra, me queo muerto.

sábado, 26 de febrero de 2011

La luz en el invierno

Para Paco Gallardo

La primavera ha aparecido repentinamente en medio del invierno. Sin embargo, sabemos que este calor es engañador: un genio maligno meteorológico que quiere hacernos creer que el alma está frente a la luz, cuando en realidad está rodeada de oscuridad y nieve. Las noches son largas y frías. Son muchas las cosas que ocultó la nieve y muchas las que nos asaltan en mitad del insomnio. Y a pesar de todo, amanece hoy como si el sol llevara horas, días, detenido en lo alto: será la batalla de Gabaón. Así que ¿cómo no aceptar con gratitud esta paradoja y cómo no acallar la voz de la sospecha que dice “el frío aguarda”? Porque también hay gracia, y salvación, en medio de las escorias.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Antología improvisada de sentencias románticas

“Buscamos por todas partes lo incondicionado y sólo encontramos cosas” (Novalis)

“La filosofía es propiamente nostalgia: el deseo de estar en todas partes en casa” (Novalis)

“Un ideal es a la vez idea y factum. Si los ideales no tienen para el pensador tanta individualidad como los dioses de la Antigüedad para los artistas, entonces toda ocupación con las ideas no es más que un cansino y aburrido juego de dados con fórmulas vacías” (Schlegel)

“El mundo debe ser romantizado. Así se encuentra de nuevo su sentido original. Romantizar no es sino una potenciación cualitativa. El Yo Mismo más bajo es, en esta operación, identificado con un Yo Mismo mejor. (…) En la medida en que doy al sentido vulgar uno mejor, al aspecto cotidiano uno llena de misterio, a lo conocido la dignidad de lo desconocido, a lo finito una apariencia infinita, en esa medida lo romantizo” (Novalis)

“El poeta se atreve a hacer sensibles ideas de la razón de seres invisibles: el reino de los bienaventurados, el infierno, la eternidad, la creación, etc. O también se atreve a hacer sensible aquello de que ciertamente encuentra ejemplos en la experiencia, como por ejemplo la muerte, la envidia y todos los vicios, y también el amor, el honor, etc., más allá de las limitaciones de la experiencia, mediante una imaginación que quiere igualar el juego de la razón en la consecución de un máximo, en una perfección de la que no se encuentra ejemplo en la naturaleza. Y es propiamente en la poesía donde se puede mostrar la facultad de las ideas estéticas en toda su magnitud” (Kant)

“Poeta y sacerdote eran al principio lo mismo, y sólo en tiempos posteriores se separaron. Pero el verdadero poeta ha permanecido siempre sacerdote, como el verdadero sacerdote ha sido siempre también poeta” (Novalis)

“Después de cada incursión de su espíritu en lo Infinito, debe exteriorizar la impresión que éste haya producido en él, como un objeto comunicable mediante imágenes o palabras, para gozar de nuevo de él transformado en otra figura y en una magnitud finita, y él debe, por tanto, incluso involuntariamente y, por así decirlo, lleno de entusiasmo (...), exponer a los demás lo que le ha acontecido a él, como poeta o vidente, como orador o artista. Un tal individuo es un verdadero sacerdote del Altísimo” (Schleiermacher)

“La poesía es el gran arte de construcción de la salud trascendental. El poeta es por tanto el médico trascendental. La poesía hace y deshace con el dolor y el deseo, gana y desgana, error y verdad, salud y enfermedad, mezcla todo eso para su gran fin de todos los fines: la elevación del hombre sobre sí mismo” (Novalis)

“Hay una poesía cuya esencia es la relación de lo real con lo ideal, y que por analogía con la terminología filosófica podría llamarse poesía trascendental. Empieza como sátira con la absoluta diferencia entre lo ideal y lo real, se trasforma en medio en elegía, y termina como idilio en la absoluta identidad de ambos” (Schlegel)

“La poesía romántica es una poesía progresiva universal. Su meta no es simplemente unir otra vez todas los géneros de la poesía y hacer que la poesía se de la mano con la filosofía y la retórica. Quiere, y debe también, unir o fundir poesía y prosa, genialidad y crítica, poesía del arte y poesía de la naturaleza, y hacer poéticas la vida y la sociedad” (Schlegel)

“Si de una gran obra de arte no considerárais más que un fragmento particular y si, a su vez, en las partes concretas de este fragmento percibís contornos y proporciones totalmente bellos de por sí, que están contenidos en este fragmento y cuyas reglas cabe descubrir enteramente a partir del mismo, ¿no os parecerá entonces el fragmento más bien una obra de por sí que una parte de una obra?” (Schleiermacher)

“Fue la propia cultura la que infligió a la nueva humanidad esta herida. Tan pronto como, por un lado, la creciente experiencia y el pensamiento determinado hizo necesaria una fuerte división de las ciencias, y por el otro lado el mecanismo de los Estados hizo igualmente necesario una severa separación de las clases y negocios, así rompió también la unión interior de la naturaleza humana, y una lucha nociva enemistó sus armónicas fuerzas” (Schiller)

“El resultado de la manera moderna de pensar se llamó filosofía, y en ello se incluía todo aquello que se opusiera a lo antiguo, y por tanto especialmente toda ocurrencia contra la religión. El inicial odio contra la fe católica se volvió pronto odio contra la Biblia, contra la fe cristiana y finalmente contra la religión misma. Y aún más, el odio contra la religión se volvió de un modo natural y consecuente contra todos los objetos de entusiasmo, a la fantasía y al sentimiento, anatemizó la fantasía y el sentimiento, moralidad y amor al arte, futuro y prehistoria, con dificultad puso al hombre a la cabeza de los seres naturales, e hizo de la infinita música creadora del Universo el uniforme traqueteo de un monstruoso molino, movido por la corriente de la casualidad, un molino en sí, sin constructor ni molinero, y un verdadero perpetuum mobile: un molino que se muele a sí mismo” (Novalis)

“El deseo revolucionario de realizar el Reino de Dios es el punto elástico de la formación progresiva, y el principio de la historia moderna” (Schlegel)

“El Espíritu Santo es mucho más que la Biblia. Él debe ser nuestro Maestro del cristianismo, y no la letra muerta, terrenal y ambigua” (Novalis)

“Hay sólo un templo en el mundo, el cuerpo humano. Nada es más santo que esta forma suprema. Inclinarse ante un hombre es un homenaje a esta revelación en la carne (…) Se toca el Cielo cuando se acaricia un cuerpo humano” (Novalis)

“Nada es más necesario para la verdadera religiosidad que una mediación que nos comunique con la divinidad. De forma inmediata, el hombre no puede ponerse en contacto con ella. En la elección de esa mediación debe ser libre el hombre” (Novalis)

“Dios es sólo comprensible por medio de la representación” (Novalis)

“Toda vida es un proceso de renovación exuberante, que sólo por el lado de la apariencia conlleva un proceso de destrucción” (Novalis)

domingo, 13 de febrero de 2011

Sobre animalismo y otros ismos

Hace tiempo, el responsable del blog Mester de Juglaría tuvo la amabilidad de ofrecerme una entrevista sobre diversas cuestiones relacionadas con el animalismo, el veganismo, y la tauromaquia principalmente. Aunque no soy ningún experto en estos temas, me pareció interesante intercambiar ideas al respecto, y acepté, muy honrado, la propuesta, que ahora puede leerse aquí. Para quien le interese. Aprovecho para agradecerle de nuevo a Carlos su interés.

jueves, 3 de febrero de 2011

Sobre víctimas, cristianismo y secularización

"...una intuición que ya había sido elaborada parcialmente por Max Weber, y argumentada más recientemente por Marcel Gauchet, a saber, que la secularización -y por tanto el laicismo- son sustancialmente productos del cristianismo; es decir, que el cristianismo es la religión de la salida de la religión, y que la democracia, el libre mercado, los derechos civiles y la libertad individual, han sido, no diremos inventados en sentido absoluto, sino facilitados por las culturas cristianas -hasta tal punto que incluso un filósofo escéptico y alérgico a todo lo religioso como Richard Rorty admitió hace poco. (...)

Desde la perspectiva de Vattimo (...) la muerte de Dios es encarnación, kenosis: un debilitamiento de su potencia trascendental que nos ha conducido históricamente a la consiguiente desestructuración de todas las verdades ontológicas que han caracterizado la historia y el pensamiento del hombre. Para Girard (...) la muerte de Dios es la muerte real de una víctima inocente, de la víctima inocente por antonomasia, Cristo: aquel que es capaz de revelar, precisamente a través de su muerte, las cosas ocultas a los hombres desde la fundación del mundo. (...)

El nexo entre religión y violencia, tan evidente hoy, no nace porque las religiones sean intrínsecamente violentas, sino porque la religión es ante todo un saber sobre la violencia de los hombres. (...) La muerte de Cristo, y su rememoración a través de los evangelios y los instrumentos litúrgicos, ha contribuido a la percepción gradual de la actitud persecutoria adoptada por los hombres y las sociedades en el curso de los siglos. (...)

El cristianismo representa el momento en que el hombre se libera de la necesidad de recurrir a los chivos expiatorios y a su inmolación para resolver los conflictos y las crisis comunitarias, y reconoce la inocencia de esas víctimas y la arbitrariedad de su culpabilización. (...)

El horizonte ideológico de la cultura contemporánea está construido por completo en torno a la centralidad de las víctimas, las víctimas de la Shoa, las víctimas del capitalismo, las víctimas de las injusticias sociales, de las guerras, de las persecuciones políticas, del desastre ecológico, de las discriminaciones raciales, sexuales, religiosas. Y, sobre todo, la tradición judeocristiana ha colocado esta víctima inocente en el centro de nuestro horizonte discursivo".

(Pierpaolo Antonello, "Introducción" a: Girard, R., y Vattimo, G., ¿Verdad o fe débil? Diálogo sobre cristianismo y relativismo, Barcelona, Paidós, 2011, pp. 10-25)