miércoles, 2 de abril de 2014

Qué le pasa a la izquierda

Mucho habría que pensar y decir sobre la verdad sociológica más sorprendente de los últimos años: el hecho de que, tras una larga crisis económica gestionada por un gobierno de derechas ineficiente, incumplidor de sus promesas electorales, y salpicado de escándalos de corrupción, la izquierda siga lejos de estar en condiciones de recuperar el poder. [Artículo completo en Sevilla Report]

2 comentarios:

J.M. Cancio dijo...

Decía Einstein que es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio. Los tuyos -los prejuicios, no los átomos- no son más que la expresión del sentido común que las instituciones oficiales, esos mecanismos de de creación de hegemonía de los que hablaba Gramsci ( desde el periódico "El País" hasta la misa de doce) han logrado instalar en la sociedad.
Primero, confundiendo política con ideología, identificas PSOE con izquierda, olvidando que hace cuarenta años que Felipe González renunciara al marxismo (¿te suena el congreso de Suresnes?), y lo utilizas como base sustentadora de tu tesis,citando a Rubalcaba o Susana Díaz.
Después, y aunque hace casi un siglo que los teóricos de la izquierda superaran la concepción hegeliana de la historia (Benjamin fue uno de sus precursores), sugieres el anquilosamiento de sus postulados, y marcas el límite ¡en la escuela de Frankfurt!
¿ Es desconocimiento o es una elipsis intencionada? Si se trata de lo primero, podría recomendarte algunos libros al respecto.

Alejandro Martín dijo...

Gracias por el comentario. Entre los problemas que olvidé mencionar en mi artículo están, efectivamente, la infantil arrogancia academicista, así como ese clericalismo tribal que no consiente el menor ataque a los sagrados dogmas de la propia fe. Desde luego, hice bien en poner los límites en la Escuela d Frankfurt.
Le sugiero que pruebe a desintegrar átomos. Lo mismo tiene más suerte.