Entre las noticias más leídas en el diario El Mundo están, como era de esperar, que ya hay peli porno inspirada en las orgías de Berlusconi y que Shakira se va a vivir a Barcelona. Sin embargo, un poco más abajo puede encontrarse -bien visible además- un artículo dedicado al estado de la literatura rusa actual en el que se refieren algunos de los autores más representativos del pasado (Dostoievski, Nabokov, Pasternak...). El artículo, que lamenta la tradicional falta de traducciones en castellano realizadas directamente del ruso así como la relativa ausencia de literatura rusa actual en nuestras librerías, me ha hecho pensar en el tristemente olvidado Pavel Florenski, al que no se cita. No quiero polemizar con ello: sin duda no aparece allí porque Florenski no fue novelista (sin duda, una de las pocas cosas que Florenski no fue).
Y es que este impresionante genio, al que dedicamos en Númenor un monográfico (descargable en pdf aquí), fue un sacerdote, matemático, químico, filósofo..., cuyas obras se las vieron con la censura del régimen soviético, sufrió en numerosas ocasiones la represión policial, y terminó ejecutado después de pasar los últimos años de su vida en un gulag. Uno no puede repasar la lista de sus obras sin sentir un escalofrío ante lo titánico de su trabajo intelectual: entre los innumerables títulos dignos de mención, cito brevemente un par de obras tan profundas y heterogéneas como el estudio La perspectiva invertida, en torno al icono bizantino y el arte en general, y definido por Groys como "postsuprematista"; o Pensamiento y lenguaje, sobre el ritual ortodoxo y el lenguaje bíblico; además de sus incontables estudios científicos.
El artículo de Boris Groys que traduje para el monográfico de Númenor ("Entre Bizancio y el futurismo") concluye con las siguientes palabras: "Veinte años tuvieron que pasar tras la muerte de Florenski para que sus escritos fueran divulgados por el samisdat y empezaran a ser cada vez más leídos. Sobre todo tuvieron una recepción entusiasta en los círculos artísticos: Florenski abrió para muchos el camino que permitía unir la vanguardia rusa con la tradición reprimida de la espiritualidad rusa, y liberar así la “verdadera esencia” de la pintura y la poesía vanguardistas frente a las aspiraciones del socialismo utópico que condujeron a la vanguardia a la cercanía de la ideología soviética y a comprometerse con ella. Hoy en día, Florenski es honrado en Rusia como pensador y mártir, y asumido ideológicamente por todas partes: también por quienes quieren comprender y valorar sus convicciones conservadoras, pero no sus preferencias y opiniones estéticas".
Y es que este impresionante genio, al que dedicamos en Númenor un monográfico (descargable en pdf aquí), fue un sacerdote, matemático, químico, filósofo..., cuyas obras se las vieron con la censura del régimen soviético, sufrió en numerosas ocasiones la represión policial, y terminó ejecutado después de pasar los últimos años de su vida en un gulag. Uno no puede repasar la lista de sus obras sin sentir un escalofrío ante lo titánico de su trabajo intelectual: entre los innumerables títulos dignos de mención, cito brevemente un par de obras tan profundas y heterogéneas como el estudio La perspectiva invertida, en torno al icono bizantino y el arte en general, y definido por Groys como "postsuprematista"; o Pensamiento y lenguaje, sobre el ritual ortodoxo y el lenguaje bíblico; además de sus incontables estudios científicos.
El artículo de Boris Groys que traduje para el monográfico de Númenor ("Entre Bizancio y el futurismo") concluye con las siguientes palabras: "Veinte años tuvieron que pasar tras la muerte de Florenski para que sus escritos fueran divulgados por el samisdat y empezaran a ser cada vez más leídos. Sobre todo tuvieron una recepción entusiasta en los círculos artísticos: Florenski abrió para muchos el camino que permitía unir la vanguardia rusa con la tradición reprimida de la espiritualidad rusa, y liberar así la “verdadera esencia” de la pintura y la poesía vanguardistas frente a las aspiraciones del socialismo utópico que condujeron a la vanguardia a la cercanía de la ideología soviética y a comprometerse con ella. Hoy en día, Florenski es honrado en Rusia como pensador y mártir, y asumido ideológicamente por todas partes: también por quienes quieren comprender y valorar sus convicciones conservadoras, pero no sus preferencias y opiniones estéticas".
Filósofos (1917), obra de Mijaíl Nésterov: en ella aparece Pável Florenski, de blanco, junto a Sergéi Bulgákov
3 comentarios:
De acuerdo contigo, un genio olvidado y que necesitamos de su profunda vida y obra para cambiar el rumbo de nuestra locura intelectual y espiritual española. Yo estoy leyéndome ahora La columna y el fundamento de la Verdad y es impresionante, y con esto me quedo corto.
Un Saludo.
Pues hablando de escritores rusos, hay un libro, ''Metro 2033'' de Dmitry Glukhovsky perfectamente traducido al castellano y además relativamente fácil de encontrar, que está muy bien. Yo lo recomiendo.
Antonio, qué bueno eso... Yo querría hacerme con él y leerlo. Propósito para este verano.
Arturo, gracias por la recomendación. He oído hablar de él y creo que ha tenido mucho éxito...
Publicar un comentario