jueves, 24 de junio de 2010

¿Para qué sirve la filosofía?

Ayer, de copas por Ciudad Real con unos amigos, vuelve a salir la eterna pregunta: "¿para qué sirve la filosofía?". En esta ocasión, la respuesta venía con la pregunta: "la filosofía no sirve para nada". En realidad, la pregunta es, en sí misma, tan naif, que consigue hacer brillar, en su modesta formulación, la grandeza de lo cuestionado, pues ni siquiera es capaz de dar un paso más allá y plantear: ¿a qué o a quién sirve la filosofía? Pues las cosas no sirven en absoluto. Sirven para algo, o a alguien. Primer punto.

Por lo demás, quienes hacen esa pregunta suelen tener en común varias cosas: en primer lugar, que no esperan una respuesta, y en segundo lugar, que nunca han leído filosofía. Si a mí se me ocurriera decir que Hugh Everett es un charlatán y la astrofísica, un cuento chino, sólo porque no los entiendo, lo normal sería que me tratasen de ignorante o de dogmático. Pero con la filosofía todo el mundo se permite la rebeldía. Lo cual es todo un síntoma y da que pensar. Entre otras cosas, es un signo más de la decadencia democratizante que nos envuelve: la filosofía es vista como una opinión, pero como una opinión que se tiene a sí misma por más profunda, más elevada y más digna. Por consiguiente, ha de ser antidemocrática, y por tanto, despreciable. (Ah, si hubieran leído a Nietzsche... ¡qué conscientes serían del modo en que el resentimiento pervierte el juicio!). Cualquier opinión ha de ser igualmente buena, cualquier pensamiento ha de valer tanto como cualquier otro.

Sin embargo, los que conocemos la filosofía, sabemos que precisamente todo radica en esa diferencia: la que hay entre la pereza intelectual y la pasión filosófica, entre la vulgaridad soñolienta de la opinión y la divinidad guerrera de la filosofía, entre -en fin- la estupidez y la profundidad. Y por eso, como decía Deleuze, el pathos filosófico puede resumirse en vergüenza ante la estupidez. Los filósofos contemplan con asombro cómo se repiten en nuestro tiempo debates conceptuales superados hace siglos en el ámbito de la filosofía. ¡Cuántos innecesarios debates teológicos si nuestros intelectuales leyeran adecuadamente a Kant! ¡Cuántas polémicas éticas resueltas con tal de no haber olvidado la ley de Hume!

La filosofía no sirve en absoluto: sólo sirve a aquella voluntad que busca ir más allá de lo que todos dan por sentado, al verdadero inconformismo intelectual, que no es una etiqueta, sino el deseo de no asumir sin más aquello que el propio tiempo y la propia cultura presentan como indudable, incluido el escepticismo. La filosofía es una opción moral. Su descrédito es sólo un síntoma de la miseria de una época empeñada en destruir todo lo que marque diferencias entre la inteligencia y la estupidez, la nobleza y la vulgaridad, la libertad y la postración.

19 comentarios:

Pedro Tafalla dijo...

Interesante cuestión la que te planteas, amigo. Pero disiento con tu forma de responder.
Como todos los filósofos te encumbras en tu torre de marfil filosófica y nos dices a los demás, vulgares mortales, que lo nuestro no es verdadero conocimiento, sino opinión; que no estamos a la altura, que si viniera Nietzsche, Deleuze, y no sé cuántos más con sus atábicos conocimientos nos iban a poner... (la cabeza gorda con sus libros -disculpa la incorrección-)
Todo eso está muy bien, ya me lo han dicho. Pero quiero saber de qué tipo de saber se trata ese que es tan maravilloso, cuéntamelo para que yo también pueda volar a esas cotas tan altas. Dime de qué es saber la filosofía, que no sé que otra cosa me has querido decir sino que la filosofía es un saber, pero no sé de qué (¿de Kant, y de Hume, y un largo etc.?)
Muestranos para qué sirve la filosofía, ya que sirve para algo y para alguien -por lo visto, para tí- pero no me digas que sirve para saber, sino qué sabes hacer; tampoco me digas que para ser más feliz, ni que sirve para pensar, sino me dices en qué se aplica el pensamiento. O quizá la filosofía sirve para tener pensamientos filosóficos...
No me alargo más. Estoy hecho un lío con esto de la filosofía... Ójala pudieras aclararme algo.

Alejandro Martín dijo...

Hola, Pedro: en realidad, no creo encumbrarme en mi torre de marfil más que el mecánico, el médico o el jardinero, en sus respectivas materias. Una vez más, tu sentimiento de "humillación" expresa una incapacidad para asumir que, quizá, simplemente no sabes de lo que hablas, o no lo entiendes, o en realidad te sientes demasiado cómodo en tu posición como para molestarte en averiguar si, realmente, la filosofía merece la pena (si te la merece A TI).

En cuanto a tu pregunta, lógicamente no puede ser respondida en una entrada de blog, más allá de la obviedad de que la filosofía es un saber crítico sobre el mundo, sobre el hombre, sobre su capacidad de conocimiento, sobre su dimensión moral, etc., etc. Mucho más no puedo decirte, y no porque intente evadirme, sino porque, como ya he dicho, la filosofía no es una colección de opiniones o frases célebres, sino que requiere, como cualquier disciplina, dominar unos presupuestos, un vocabulario, un complejo hilo argumentativo y conceptual... No creo que un astrofísico pudiera responderte con mayor precisión, y supongo que te remitiría a las revistas especializadas en las que publican sus conclusiones.

En todo caso, si de verdad te interesa "volar a esas cotas tan altas", y tu pregunta no es, como parece, una enésima muestra de arrogancia y de ignorancia, tienes a tu disposición, en cualquier librería, muchos libros de filosofía. Te aconsejo que leas alguno. Siempre es útil a la hora de opinar sobre algo conocerlo un poco. Una lectura fundamental es la "Crítica de la razón pura" de Kant. (Si quieres algo más actual, ahí tienes "El misterio de la conciencia", de Searle). Si después de leer y entender alguna obra filosófica, piensas que la filosofía no aporta nada y no es un saber sobre nada, asunto concluido. Mientras no quieras hacerlo, te aconsejo que abandones ese tono impertinente con el que nos exiges a los demás explicarte lo que en ningún momento te ha interesado entender.

Javier G. Calabria dijo...

Opino, saber demasiada filosofía (aún), que esta es algo importante, al menos para mí, tan importante que quiero estudiarla a fondo. Nunca me he preguntado para qué vale la filosofía o por qué desde Tales hasta Habermas, por ejemplo, han habido hombres que son recordados sin que hayan ganado ninguna batalla o inventado la fregona. Supongo que es porque pienso o entiendo que es, quizá, un arte por el arte. Una forma de conocer para conocer.

Parece ser que detrás de todo o todos está la filosofía, qué son sino los principios o los valores de cualquier humano, por ejemplos, pero esto ellos no lo entienden o no lo quieren entender.

Yo, que pretendo empezar (y terminar) la carrera de filosofía, hago esto por el placer de aprender, de conocer, saber o por no ser un hombre masa, sólo con la finalidad de vanagloriarme a mí mismo.

Javier G. Calabria dijo...

La primera frase de mi comentario no se entiende, ya que entre "opino" y "saber" falta un "sin".

Pedro Tafalla dijo...

Gracias por tu respuesta. Me ha ilustrado sobre algunas cuestiones. Disculpa si te ha molestado el comentario sobre torres de marfil y cosas por el estilo, sólo era una metáfora. Quizá no te ha gustado, pero era correcta; no estoy a la altura de tu saber, y pareces poseer un saber al alcance de muy pocos
Dices que lo tuyo es un saber crítico sobre el mundo, estupendo... sobre EL MUNDO... nadie sabe tanto: los astrofísicos seguro que no saben tanto, sino que sólo se centran en una pequeña parte de él.
Si que te tengo que hacer una observación. Los astrofísicos son bastante más modestos, y sólo piensan que saben un poco de lo que saben. Ahora, que si realmente lo sabes todo: ¡para qué falsas modestias! saca pecho y tira pa'lante. Tienes un saber crítico (eso supongo que significa algo así como 'sujeto a contrastación' o cuanto menos 'capaz de mostrarse mediante pruebas precisas')sobre todos los temas fundamentales: mundo, hombre, (sólo te faltaba decir que también lo es de Dios, y que puedes demostrar si existe o no, lo que puede o no puede hacer...-seguro que tu saber, que es tan alto, da para eso y mucho más-)
¡Ah! se me olvidaba. La Crítica de la Razón Pura ya me la he leído. Interesante... (como se puede decir de otras tantas cosas que no se sabe para qué sirven...) Me lo recomiendas para que me inicie en la filosofía, y ya lo he hecho. Pero creo que insinúas que puede hacerme cambiar la manera de ver ese conocimiento tan elevado, y no lo ha hecho. Sigo pensando que es un saber maravilloso de... ¿el saber? (un libro sobre lo que se puede saber)
¡No me jodas! que ese libro no dice nada. Parece a los psicólogos que dicen que pueden decirte como enseñar cualquier cosa, aunque ellos no la sepan. ¿Curioso, no?
Perdona toda mi ignorancia. No me lo tengas en cuenta y no seas muy duro conmigo. Sólo es que estoy perplejo y no poseo tanta sabiduría como lo es esa de la filosofía. Y ya sabes el refrán: 'es muy atrevida la ignorancia'
Tu que eres sabio, se paciente y comprensivo conmigo. Y gracias si por fin me dices de qué es saber y como es ese saber de la filosofía

Alejandro Martín dijo...

Pedro: me malinterpretas, pero es normal, porque no tienes el más mínimo interés por tener una verdadera conversación más allá de -me perdonarás tú también a mí la metáfora- tocar un rato las narices, y además desde el anonimato, lo cual sí que es una torre de marfil... Por ejemplo, me reprochas de pronto que afirmo nada menos que "saberlo todo". Te agradecería que me hicieras saber dónde he dicho tal cosa, porque si es así, lo de la torre de marfil se me queda pequeño.

Si te has leído la obra de Kant, sabrás que un saber crítico es aquel que se pregunta por sus condiciones de posibilidad. Nada más. Yo, al leerla, entendí que el conocimiento humano no es una imagen de la realidad, sino que el hombre, al conocer, impone a la realidad las formas de su propio entendimiento. Es decir: que sólo conocemos el mundo en la forma en que nuestro entendimiento organiza para nosotros el material proporcionado por los sentidos. Lo cual a mí me proporciona un saber sobre los límites del conocimiento, una confianza en el carácter a priori de las ciencias, y un cierto escepticismo con respecto a los juicios sobre realidades no fenoménicas (alma, mundo, Dios...). Y me aleja de volver a caer en disputas metafísicas que se repiten en la actualidad entre personas que no saben que ese debate ha sido resuelto. Si a ti no te aporta nada, pues estupendo. A lo tuyo, que seguro que es muy interesante.

Si quieres más ejemplos: hace no mucho hubo una polémica en torno a ciertas afirmaciones de un famoso científico, según el cual existen evidencias genéticas de la inferioridad intelectual de los negros. El debate posterior, en el que se mezclaban lamentablemente cuestiones éticas con consideraciones científicas, se hubiera evitado si quienes participaron en él supieran, con Hume, que ningún "deber ser" puede ser deducido a partir de ningún "hecho", y que por tanto el ámbito de nuestras consideraciones morales no se ve afectado por ningún descubrimiento científico, real o no, pues son planos independientes.

Y el libro que te recomendé de Sennett acerca de la conciencia pone al descubierto errores filosóficos cometidos por ciertos neurocientíficos a la hora de sacar conclusiones metafísicas en torno a cuestiones como la conciencia, la identidad, etc.

Si nada de eso te parece "saber", será que tenemos conceptos distintos de lo que es el conocimiento. Yo creo que un mayor conocimiento de la filosofía, tanto en ámbitos científicos como sociales y políticos, contribuiría mucho a nuestro progreso intelectual.

Y sí, los astrofísicos son muy modestos: Alexander Vilenkin cree nada menos que existen infinitos universos aconteciendo simultáneamente en el tiempo, y que es posible explicar la creación de la nada desde ese modelo. Todo un ejemplo de modestia intelectual, y otro tipo que no ha entendido a Kant.

Alejandro Martín dijo...

Javier: me alegra mucho conocer tu intención. ¿Sabes ya dónde vas a estudiarla? Estoy seguro de que se te dará muy bien.

Pedro Tafalla dijo...

Hola Alejandro.
Una vez más, gracias por tu respuesta.
Pero hay una 'damon' que no me deja tranquilo si no digo lo que manda decir, y no puedo callar, que sería lo políticamente correcto.
Empiezo a entrever cosas de lo que me quieres decir en lo que dices, creo. Pero entonces la filosofía es algo mucho más etéreo de lo que yo pensaba.
En primer lugar veo que la filosofía se trata de un conocimiento crítico... con todos menos consigo mismo. Me explico. Cualquier conocimiento científico es capaz de aceptar que su valor puede ser puesto en cuestión. Sin embargo en filosofía parece que ya está bien asentada desde Kant y Hume, si te hago caso (¿y acaso puedes enunciar un sólo principio ético que sea incuestionable?).
Y no me convences en la falsa modestia de los astrofísicos. A estos señores les cuesta poco hablar de infinitos mundos. Pero supongo que sabes que todo ello está basado en modelos matemáticos. Y te dejes engañar por los términos, puesto que la cantidad no hace la cualidad. La supuesta modestia de Kant le lleva a cuestionar a todos los demás, menos a él mismo. Lo poco que dijo él es TODO LO QUE TODOS PUEDEN DECIR. Mientras que un astrofísico puede pensar que se pueden demostrar infinitos mundos, el origen de este... y quedar todavía mucho que decir (¿acaso esto es comparable a la arrogancia de Kant?).
¿Y qué tiene que decir la filosofía de los descubrimientos científicos? que tiene errores filosóficos.
Vaya pecado, si es que estos científicos deberían tener que ser sometidos continuamente a la tutela del tribunal de la Razón (que supongo que estará constituido por sesudos filósofos)
Vamos, que la edad media quedó atrás. Sólo algunos han decido retomarla y sustituir los tribunales eclesiásticos por tribunales laicos. Suprimir los logros de la razón científica para elevar a los altares la corrección política, o filosófica.
Creo que la ciencia se autorregula bastante bien; al contrario de lo que sucede en filosofía que anda siempre metida en excesos.
Ojala algún día los filósofos dejéis de decir 'esto es todo lo que puede ser dicho' 'nada puede ser dicho de forma absoluta, todo lo más 'yo pienso...'' y os paséis al discurso de 'esto es lo que yo puedo demostrar'.
Esto sólo por hablar de la modestia de unos y otros. No quiero abusar de tu blog haciendo hincapié en más cuestiones, de momento y si me lo permites.
Gracias por tu paciencia, Alejandro.
Un saludo, Pedro.
¡Ah! no estaría de más que al bueno de Javier le hicieras alguna recomendación sobre universidades y escuelas, para que no adentre en cualquier filosofía. (Yo lo haría)

Rubén Muñoz Martínez dijo...

Alejandro, qué pena que los que estamos atrapados por la auténtica vocación de la filosofía, siempre estemos justificando a la misma ( http://narracionesinteriores.blogspot.com/2009/04/solo-para-curiososuna-aproximacion.html ). En resumidas cuentas, pienso como tú, que nos iría mucho mejor si se estudiara con profundidad más filosofía, de aquí la locura que veo en la eliminación paulatina de la filosofía de los planes de estudio en España.
En cualquier caso, es curioso que cada vez que se reúnen un grupo de intelectuales para debatir sobre algún asunto vital, sea siempre el filósofo al que se le escucha con más atención.

Un saludo.

Andrés Martín dijo...

Hola, Ale: no sé para qué le dedicas tiempo a "pedro" (así, en minúscula; esto es, piedra). Es gracioso ver cómo una persona que te pide mayor humildad no tiene pudor en llamar "atábicos" los pensamientos de Nietzsche. Leer y comprender no son, desde luego, sinónimos.
Un abrazo fuerte, pronto nos vemos.

Alejandro Martín dijo...

Pedro: parece que a la pobre filosofía le va a pasar como a Jesucristo: que si comía y bebía lo llamaban comilón y borracho, mientras que si ayunaba lo llamaban endemoniado. Así que si la filosofía no para de descedirse y contradecirse, resulta que es una pseudociencia que no avanza; pero si afirmamos que hay ciertas cosas asentadas, entonces somos unos dogmáticos. Vaya, vaya... Bueno, yo creo que cualquier filosofía puede ser puesta en cuestión, pero hay que hacerlo en concreto y con argumentos, no con un pueril "¿qué pasa? ¿que los filósofos no se equivocan?".

Kant afirmó muchos cosas, entre otras, sí, una teoría del conocimiento según la cual el ámbito del conocimiento está limitado por la finitud de nuestro modo de conocer. La aplicación concreta de nuestras facultades cognitivas es tarea de la ciencia, como no, pero eso no invalida ni quita importancia a la teoría del conocimiento. De hecho tú también afirmas una teoría del conocimiento cuando exiges que el saber sea "sujeto a contrastación" o "capaz de demostrarse mediante pruebas precisas", según decías en un comentario anterior. Supongo que no reprocharás al buen Kant lo que tú mismo haces, algo más toscamente, por lo demás.

Siguiente punto: la filosofía no dice a los descubrimientos científicos que tienen errores filosóficos. Lo que la filosofía hace es analizar si las CONCLUSIONES FILOSÓFICAS que algunos científicos sacan de sus descubrimientos son correctas o contienen falacias. Los descubrimientos de Dawkins sobre los genes son filosóficamente neutros; pero las conclusiones que extrae de ellos acerca de la libertad, la conciencia, la moral, etc. no están contenidas en los hechos, y por tanto pueden ser objeto de discusión racional. Seguro que alguien como tú, que tanta modestia ve en la ciencia, no la eximirá del débil tribunal de la filosofía. ¿Dices que la ciencia está permanentemente sometida a crítica, pero llamas medieval a la filosofía por querer ejercer esa crítica? Vaya, vaya, otra vez...

Bueno, al menos para argumentar en un blog sí que sirve la filosofía...

Alejandro Martín dijo...

Ah, Pedro, una cosa más: los modelos matemáticos de los astrofísicos pretenden ser explicaciones físicas, es decir, describir estructuras y procesos reales de la materia. Si esos modelos se erigen a sí mismos en explicaciones metafísicas del mundo (con afirmaciones absolutas acerca de la totalidad de lo real, origen o eternidad del Universo incluidos), los filósofos tienen derecho a recordar que la razón está configurada de tal manera que, dado un hecho, siempre preguntará por su causa, de manera que la idea de un universo eterno le resulta a la mente incomprensible, de igual manera que la idea de una creación de la nada. Cualquier metafísica (de origen científico o no) que se incline por una de esas dos hipótesis no hace sino ignorar el carácter limitado de nuestras facultades de conocimiento, que siempre encontrarán un límite, del mismo modo que lo tienen las facultades cognitivas de las hormigas y de los orangutanes. Esta conciencia del carácter limitado del conocimiento es un saber filosófico que hoy confirman, por cierto, la psicología y la neurología.

Javier G. Calabria dijo...

En la Autónoma de Madrid. Espero que sí, que se me de bien...Estoy bastante ilusionado y tengo muchas ganas de empezar.

Por cierto, me estoy leyendo al señor Proust, por el que César tiene gran predilección, me está encantando.

Pedro Tafalla dijo...

Ahora sí que estoy de veras perplejo, Alejandro. Habíamos comenzado nuestro diálogo indagando qué es la filosofía y a mí me surgía la duda sobre de qué es conocimiento la filosofía y cómo es ese conocimiento. Primero me dices que es conocimiento del mundo, luego me trasladas la respuesta a la afirmación de que es pensamiento crítico, más adelante que es una forma de trazar los límites del pensamiento; por último, me dices que sirve para argumentar en este blog.
Así pues, si no lo entiendo mal, y ya te había advertido de mi poca capacidad, cada vez que parece que me trazas una dirección por la que buscar la filosofía, a mí me parece que la filosofía se me escapaba. Y cuando ya la daba por imposible, me apercibes de que la tengo delante: justamente en este blog.
¡Qué extraña la filosofía!
Esto me recuerda a aquella afirmación de que la filosofía es la ciencia que se busca a sí misma. Y en consecuencia con esto podemos entender que la propia pregunta 'qué es filosofía' implica a la filosofía misma en su respuesta.
Pero esto no puede ser serio. Si fuera así se parecería un niño que juega solo al escondite. Va buscando y buscando a su alrededor y... ¡no se encuentra! Pero he aquí que de repente afirma: ¡me encontré!
Sería algo inaudito. Y ya habéis dicho acertadamente que la filosofía es algo que la gente se toma en serio, y no será por ser como un niño jugando solo.
Creo que no estamos realizando bien la búsqueda, ¿no te parece?
Un saludo Alejandro. Pedro

Alejandro Martín dijo...

Pedro, lo del blog era una broma, obviamente: un modo de decirte que no paras de contradecirte y que no te interesa (como sospeché desde el principio) llegar a ninguna conclusión.

Te encanta evadir tus contradicciones, mis respuestas, mis ejemplos, y salir por la tangente para evitar seguir el curso de la argumentación. Creo que te gusta hacerte el Sócrates, pero sólo resultas un sofista.

No sé si la filosofía es como un niño jugando solo, pero a mí tu juego me aburre. Que te diviertas solo.

Pedro Tafalla dijo...

Y al final, Atenas mató Sócrates.
Acusación: impiedad (no respectar a los 'dioses') y corromper a la juventud (sus enseñanzas, que perjudican a la juventud... vamos, que hay que enseñar 'lo establecido')
Sentencia: beber cicuta. Paralización y muerte.

No cambiaron mucho las cosas con la edad media. Estructuralmente era similar; cambiaron los dioses y las verdades establecidas, pero todo siguió funcionando de una forma similar. Hoy hemos cambiado algo, pero no en esto. Seguimos fieles a 'nuestros dioses' y 'nuestras verdades', y por ellos matamos. Aunque lo hagamos de distintas formas.

La ciencia fue la que se quedó al margen de todo ese movimiento político, filosófico y teológico. Ella fue conquistando verdades aun a costa de la incomprensión de estos tres (que son uno, como la Trinidad) sectores citados, que fueron condenando repetidamente a los científicos.
La ciencia es la que ha dado con la clave del progreso, y la tecnología el caballo sobre el que cabalga. La santísima trinidad antes mencionada sólo echan mano de ella cuando les sirven a sus propósitos de dominación, vanidad y gloria. Es cierto que con su labor frenan la posibilidad de una 'aceleración libre' que pudiera producir desajustes que inutilizaran el sistema. Aunque sólo sea por eso, ya merece la pena que exista la filosofía: ¿ves?, al final hasta yo le encuentro una utilidad. Pero en nada pueden compararse la filosofía y la ciencia. Más bien es su contrapunto. Se puede esperar que algún rey se haga filósofo, incluso que algún filósofo se haga rey. Pero lo que hoy parece difícil, si no imposible, es que algún científico se haga filósofo, o que algún filósofo se haga científico.

Diviértete tú también, y disfruta de la filosofía

Alejandro Martín dijo...

Sí, Pedro, eres todo un demoledor del orden establecido...

Y sí, imposible del todo que filosofía y ciencia coincidan: Pitágoras, Galileo, Newton, Francis Bacon, Descartes, Kepler, Einstein te dan la razón. Sólo son grandes figuras de la ciencia con tratados de filosofía (y algunos hasta de teología). Pero ¿qué sabían ellos? Eran todos, todos, medievales.

Ya te lo he dicho: para ser Sócrates hace falta algo más que decir no a todo.

Carlos dijo...

ningún "deber ser" puede ser deducido a partir de ningún "hecho", y que por tanto el ámbito de nuestras consideraciones morales no se ve afectado por ningún descubrimiento científico

¿Por qué?

Alejandro Martín dijo...

Por lo que dicen Hume y todos los filósofos que han seguido su estela... los hechos son hechos, cosas que suceden: en cuanto hecho, un asesinato no se diferencia de una caza. Es algo que sucede, que tiene tales y cuales características. La valoración moral no procede de su carácter fáctico, que es de lo que se ocupa la ciencia, sino de las emociones que ello provoca en nosotros.

Supongamos que la ciencia descubriese ahora que la homosexualidad es una enfermedad: ¿debería cambiar con ello el respeto que nos merecen los homosexuales? O que los negros son menos inteligentes, ¿justificaría ello la esclavitud? Y a la inversa: ¿acaso necesitamos que la ciencia nos demuestre que los seres humanos son iguales para tratarlos como tales?

La ciencia explica hechos, no valores.