viernes, 26 de junio de 2009

Las putas de T.

Hace tiempo que no cuento anécdotas de T. La que toca hoy es algo increíble, y quizá algunos pensaréis que me la invento. En todo caso, no tengo constancia directa del hecho. Lo narro tal y como se lo escucho al señor A., quien, por ser lector de este blog, seguro que podrá darnos más detalles si quiere pasarse por aquí.

El caso es que un tal señor X., conocido del señor A., llega a su nuevo destino como policía en T. Al pasar por cierta calle, le llaman la atención unos bares de aspecto licencioso. Cuando llega a la comisaría, pregunta a sus compañeros qué piensan hacer respecto a estos locales. Éstos responden a su ingenua intromisión: “nada, hombre, nada. Es que al alcalde le parece bien, porque mientras haya putas, los hombres no violan a las mujeres”.

El argumento es claro, y propio de ese desolador realismo manchego que sólo pueden igualar las madres, los extremeños y los esquimales: si los hombres feos no tienen puticlubs, violarán a las mujeres. Eso es asín, y hay que saberlo. A la mierda el feminismo, la emancipación, y los derechos humanos. Hombres feos + puticlubs cerrados = mujeres violadas.

Os lo juro: cuando abandone para siempre este lugar, clavaré un cartel en el muro más visible de la entrada: lasciate ogni speranza, voi ch´intrate!

7 comentarios:

Anónimo dijo...

La Mancha nos hace fuertes y nos acerca a la Ἀταραξία que todos deseamos. ¡¡¡¡Ánimo!!!!!

Th. Reichmann

Lumen dijo...

Señor Martín, puede ser T. la Tubinga del poeta? Es usted un especie de Hölderlin manchego. Claro que en ese caso la entrada se hubiera llamado "Las meretrices de T."

Un saludo.

Fernando dijo...

Hola, Alejandro. Como siempre, lamento tu visión amarga sobre T., sitio que sin duda añorarás mucho cuando tengas 50 años. No creo que debamos irnos de ningún sitio poniendo la terrible frase de Dante. En concreto, no creo que la gente de T. sea mucho peor que la de Sevilla, la de Madrid o la de Moscú. Lo que pasa es que a lo mejor se les nota más, son menos sutiles que en nuestras grandes ciudades.

Empiezo condenando la prostitución, la violencia doméstica y la violencia de cualquier tipo, para evitar malentendidos.

No creo que la frase del policía esté completa. No creo que se refiriera a que los hombres de T., algunos pocos hombres de T., violarían a las mujeres, en general, sino que violarían a sus propias mujeres, a sus esposas, si no hubiera prostitutas. Si el señor A. vuelve podría aclarar este pequeño matiz, quizá. Los policías municipales, los policías en general, podrán tener muchos defectos, pero no creo que entre ellos esté la ignorancia de lo que ocurre: ellos saben bien lo que pasa, en cada pueblo, en cada ciudad, en cada país, podrán evitarlo o no, querrán evitarlo o no, pero ellos saben de lo que hablan, si ese policía dijo eso creo que sabría de lo que hablaba, y en concreto es posible que supiera lo que ocurre dentro de algunas casas de T. Ojalá el señor A. (o el permisivo alcalde de T.) lo aclare.

Da igual que los hombres sean feos o no; a veces basta con que sus mujeres lleven ya demasiados años con ellos, estén hartos de ellos y ellos no las guarden el debido respeto.

Pero insisto en mi encabezamiento, querido Alejandro. Si esto es así, ojalá lo matice el señor A., si esto es así no creo que los hombres de T., algunos pocos hombres de T., sean mucho peores que los hombres de Sevilla, de Madrid o de Moscú. Sólo que en los pueblos se sabe todo, y en las ciudades se oculta más.

Reitero mi condena radical de la prostitución, de la violencia doméstica y de cualquier tipo de violencia.

Alejandro Martín dijo...

Reichmann: sé que muchos comparten mi desolador destino. ¡Me siento unido a vosotros!

Lumen: más bien es la Sevilla de Cernuda...

Fernando: no me tomes tan en serio, hombre, que mis entradas sobre T. son coñas.

oliver sotos gonzález dijo...

Pues menos mal que en T. entienden el italiano. Vaya que sí. ¿Alguien le ha preguntado a una puta qué es la dignidad? Yo no, pero la verdad es que creo que aprenderíamos todos a decir machismo y feminismo de un modo no tan liviano.

Sí, hay putas. Sí, esa es la explicación de la poli en T. Vaya, ¿qué tendrá el ser humano que al trabajo de las prostitutas se les llama el oficio más antiguo del mundo? ¡¡¡¡¡Viva María Magdalena!!!!! (Yo también quería hacer demagogia).

¿La sociedad puede cambiar y por lo tanto no existirán las putas en un mundo mejor? ¿Somos lo que hemos construido y por lo tanto siempre existirán las putas? ¿Qué tienes en contra de los guapos? Pobrecillos, si quieren ir a las putas, pues que vayan también.

Javier González dijo...

Yo he llegado a ver en T. a policías municipales de servicio tomando cubalibres en un kebab con el coche policía aparcado en la puerta.
Sí, esto es T...

Alejandro Martín dijo...

Óliver: te digo lo mismo que a Fernando. Sólo me interesa lo chistoso e increíble de la conversación transcrita. Nada más. Defiendo la dignidad de las meretrices (que diría Lumen) y animo de corazón a los guapos a hacer uso de sus servicios.

Manson: pero T. tiene otras cosas buenas, por ejemplo bares y poetas. Tus poemas tienen muy buena pinta. Ya te escribiré cuando los lea tranquilamente.